By Vocalizarte • 7 mayo, 2019 • No Comments
El escritor y profesor de literatura Daniel Pennac publicó un ensayo sobre la lectura, aparentemente modesto, que resultó sorprendente, vivo, crítico y positivo: «Como una novela» un ensayo sobre la lectura. Cuando leí su obra tuve que revisar muchos de mis criterios sobre cómo enseñar el goce de leer, especialmente en los primeros años. Yo trabajo con niños y niñas con problemas de aprendizaje de la lectoescritura y doy muchos consejos a las familias y a otros terapeutas. Fue un cambio de paradigma, supongo que por mi ignorancia. Pero me alegro de que una paciente profesora se despidiera de mi cuando le di alta médica regalándome este libro de Pennac. Desde entonces he leído el resto de su obra siempre muy interesante y lúcida.
La lectura, las emociones, el intelecto, el silencio, la enseñanza de la literatura en los institutos, el viaje emocional que se produce cuando leemos…todo ello se analiza y refleja en el ensayo.
No hace solemne la lectura sino lúdica, emocionante y viva.
Pennac dice, con razón, que el verbo leer no admite el imperativo, lo mismo le ocurre al verbo amar.
Habla de la lectura «gratis» que le regalamos a los niños por las noches cuando les leemos un cuento, pero curiosamente cuando aprenden a leer dejamos de hacerlo para que lean ellos o le ponemos precio: lee tu un poco, ¿que ha querido decir? ¿Qué significa esta palabra?…este acto acto es un momento íntimo, gratuito y no deberíamos perderlo.
En el capítulo 57 incluye un decálogo que expresa perfectamente una forma de entender la lectura. Os lo anoto aquí:
«En materia de lectura, nosotros “lectores”, nos permitimos todos los derechos, comenzando por aquellos que negamos a los jóvenes a los que pretendemos iniciar en la lectura.
1) El derecho a no leer.
2) El derecho a saltarnos páginas.
3) El derecho a no terminar un libro.
4) El derecho a releer.
5) El derecho a leer cualquier cosa.
6) El derecho al bovarismo (insatisfacción crónica)
7) El derecho a leer en cualquier sitio.
8) El derecho a hojear.
9) El derecho a leer en voz alta.
10) El derecho a callarnos.»
Pennac defiende el PLACER de leer lo que uno quiera, cuando quiera y como quiera. Por puro deseo y emoción.