By Vocalizarte • 14 junio, 2017 • No Comments
Sobre la posibilidad de feminizar la voz. La voz es una de nuestras tarjetas de visita más importante. Forma parte del proceso de comunicación junto con el lenguaje gestual y corporal.
Producimos voz con todo nuestro ser, no solo con las cuerdas vocales o la laringe. Es una persona la que produce voz.
El cambio de la voz es una de las mayores preocupaciones de las personas transexuales, especialmente en el caso de la feminización de la voz, más difícil de conseguir que la masculinización (generalmente con las hormonas es suficiente en este caso).
El mayor deseo de una persona trans, que necesita feminizar su voz, es que la reconozcan por teléfono o a distancia como mujer, que no tenga miedo a abrir la boca y encontrarse con el lenguaje gestual del interlocutor que nota “algo” en cuanto habla.
Hay dos maneras de conseguir una voz femenina una vez se han hecho los tratamientos hormonales pertinentes. Ambas técnicas son, en muchos casos, complementarias:
1-Técnicas quirúrgicas, que realiza el otorrinolaringólogo, algunas de las cuales son muy sencillas. Quizá la más utilizada es la glotoplastia de Wendler en su variante desarrollada por Gross en 1999 que no es otra cosa que unir la parte anterior de las cuerdas vocales mediante sutura siendo así algo más cortas y produciendo sonidos más agudos. Si se realiza alguna de estas técnicas siempre hay que hacer Logopedia después.
2-Logopedia: en la mayoría de los casos no será necesaria la cirugía ya que con un entrenamiento vocal (que puede iniciarse en la infancia) se conseguirá establecer una manera de “sonar” femenina, de feminizar la voz. El concepto de sonar femenino es más grande que tener una voz aguda (la diferencia promedio entre una voz masculina y una femenina es de media octava, unas pocas notas, no es tanto) de hecho hay ejemplos de mujeres sex symbol mundiales con voces más graves que las del promedio de los varones pero al escucharlas nunca dudaríamos de que se trata de una mujer. ¿Por qué? La voz femenina incluye un lenguaje gestual y corporal diferente al del varón, un vocabulario y unas construcciones de frases diferentes, una entonación diferente, una forma de afrontar la vida diferente, una línea de pensamiento diferente… NO SOLO UN TONO DE VOZ MÁS AGUDO.
En la terapia vocal de feminizar la voz se trabaja la entonación, la resonancia, el ritmo de elocución, la fuerza de trabajo “muscular” siempre acompañado de un trabajo corporal que permite integrar cuerpo y voz y, sobre todo, ayudar a entender que trabajamos con una persona, no con unas cuerdas vocales. También trabajamos los actos automáticos como la tos, el carraspeo, la risa, el llanto, la voz de alarma y el grito. Todo esto ayuda a conseguir seguridad y reducir o eliminar los miedos.
En el proceso de transformación física todos los cambios se consiguen poco a poco y cuando la persona se mira al espejo y se identifica, se produce, también, un afianzamiento de lo que la persona siente, de sus emociones y todo esto facilita que otros aspectos estéticos trascendentales, como la voz y la comunicación, vayan encajando y se vayan transformando de una manera estable con la ayuda adecuada de Otorrinolaringólogos, Foniatras y Logopedas.
Para cualquier consulta, ponte en contacto con nosotros a través de nuestros medios de comunicación. Utiliza nuestra página de contacto.